Acudieron personas de la provincia, Granada, Málaga y Barcelona · En Almería hay hombres que hacen encaje
I.M.G / Vícar | Actualizado 12.01.2009 - 01:00Josefa López Vizcaíno, de 69 años, es la presidenta de la Asociación de Encajeras de Bolillo de Vícar, entidad organizadora desde hace cuatro años del Encuentro al que acuden mujeres de toda la provincia, e incluso de Granada o Málaga, siendo medio millar de personas las que disfrutaron de sus labores, pese a que la inclemencia del tiempo impidió que participaran grupos de Tíjola y Olula del Río, por cortes de carretera debido a la nieve.
Llegó desde Esparraguera (Barcelona) un hombre, Joaquín Haro, inventor y fabricante del cargador de bolillos. Es el cuarto año que asiste a la cita, donde vende muy bien sus productos artesanales para facilitar la labor de las encajeras. Haro resume este arte "en la propia frase de es más difícil que un encaje de bolillos. Además no tiene precio, es muy antiguo, se hace en China, Japón y varios países. Se pueden hacer bikinis, corbatas, mantones, pendientes, broches, cubiertas de libros, camisas, chals... Mi esposa es encajera, le acompañaba, me aburría y comencé inventado un soporte de hierro para transportar la labor, que las encajeras denominan 'mundillo', y luego el cargador hace unos 8 años".
Josefa López define esta antigua labor como "un trabajo de mucho mérito y mucha paciencia. Es muy bonito y no es tan difícil como la gente piensa. Gente que tiene depresiones lo utiliza como terapia porque se despeja. Todo se trata de mover los palillos. Ya estoy mayor y llevo varios días de ajetreo organizando la cita, pero animo a que se dediquen a esto". En Almería hay algún hombre que se dedica a este trabajo, e incluso niños, y fuera de la provincia hay también profesores masculinos. Se dice que la técnica del encaje de bolillos nació allá por el siglo XVII, y ahora está resurgiendo y volviendo a ser una moda, con varias ferias en toda España y en Europa.
Vanesa Lidueña es la concejal de Cultura del ayuntamiento vicario, y se mostraba muy satisfecha por el desarrollo de esta tradicional y multitudinaria cita en la carpa de La Gangosa, "que surgió a través del taller cultural de encaje de bolillos desde donde se observó el fenómeno que este arte levantaba en toda la provincia". La pasión por esta actividad en Vícar hace que no sea difícil ver en el flamante Bulevar de la ciudad a las mujeres vicarias haciendo encaje de bolillos. La concejal asegura que "mi madre es una de las fundadoras de la asociación, pero yo por mucho que esté siempre en mi casa escuchando el sonido armónico de los palillos chocando, no puedo, porque creo que hace falta incluso conocimientos de aritmética para hacerlo"
El alcalde Antonio Bonilla recibió como regalo de la organización un libro con un separador de páginas realizado con encaje de bolillos, un detalle que agradeció mucho "porque cuando a uno le regalan un libro la verdad es que le tocan el alma y además dedicado por las encajeras de bolillos. Los libros son mi pasión, se trata del Club de Dumas de Pérez Reverte, y es detalle muy hermoso".
Encarna Sánchez llegaba desde Adra y realizaba su labor muy a gusto en la carpa, explicando que "estoy haciendo un pañito para una mesa de comedor. Empecé el año pasado y en la asociación abderitana comenzamos y al final se aprende, como todo. Esto es muy español. María Alcalá también llegaba desde Adra y estaba haciendo un encaje para un tapete, "llevando cinco o seis años en esta labor. Al principio es difícil, pero si te gusta aprendes pronto".
Fuente: elalmeria.es
Llegó desde Esparraguera (Barcelona) un hombre, Joaquín Haro, inventor y fabricante del cargador de bolillos. Es el cuarto año que asiste a la cita, donde vende muy bien sus productos artesanales para facilitar la labor de las encajeras. Haro resume este arte "en la propia frase de es más difícil que un encaje de bolillos. Además no tiene precio, es muy antiguo, se hace en China, Japón y varios países. Se pueden hacer bikinis, corbatas, mantones, pendientes, broches, cubiertas de libros, camisas, chals... Mi esposa es encajera, le acompañaba, me aburría y comencé inventado un soporte de hierro para transportar la labor, que las encajeras denominan 'mundillo', y luego el cargador hace unos 8 años".
Josefa López define esta antigua labor como "un trabajo de mucho mérito y mucha paciencia. Es muy bonito y no es tan difícil como la gente piensa. Gente que tiene depresiones lo utiliza como terapia porque se despeja. Todo se trata de mover los palillos. Ya estoy mayor y llevo varios días de ajetreo organizando la cita, pero animo a que se dediquen a esto". En Almería hay algún hombre que se dedica a este trabajo, e incluso niños, y fuera de la provincia hay también profesores masculinos. Se dice que la técnica del encaje de bolillos nació allá por el siglo XVII, y ahora está resurgiendo y volviendo a ser una moda, con varias ferias en toda España y en Europa.
Vanesa Lidueña es la concejal de Cultura del ayuntamiento vicario, y se mostraba muy satisfecha por el desarrollo de esta tradicional y multitudinaria cita en la carpa de La Gangosa, "que surgió a través del taller cultural de encaje de bolillos desde donde se observó el fenómeno que este arte levantaba en toda la provincia". La pasión por esta actividad en Vícar hace que no sea difícil ver en el flamante Bulevar de la ciudad a las mujeres vicarias haciendo encaje de bolillos. La concejal asegura que "mi madre es una de las fundadoras de la asociación, pero yo por mucho que esté siempre en mi casa escuchando el sonido armónico de los palillos chocando, no puedo, porque creo que hace falta incluso conocimientos de aritmética para hacerlo"
El alcalde Antonio Bonilla recibió como regalo de la organización un libro con un separador de páginas realizado con encaje de bolillos, un detalle que agradeció mucho "porque cuando a uno le regalan un libro la verdad es que le tocan el alma y además dedicado por las encajeras de bolillos. Los libros son mi pasión, se trata del Club de Dumas de Pérez Reverte, y es detalle muy hermoso".
Encarna Sánchez llegaba desde Adra y realizaba su labor muy a gusto en la carpa, explicando que "estoy haciendo un pañito para una mesa de comedor. Empecé el año pasado y en la asociación abderitana comenzamos y al final se aprende, como todo. Esto es muy español. María Alcalá también llegaba desde Adra y estaba haciendo un encaje para un tapete, "llevando cinco o seis años en esta labor. Al principio es difícil, pero si te gusta aprendes pronto".
Fuente: elalmeria.es
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